Usar esposas de policía dentro de los juegos eróticos es una de las fantasías más comunes. Tanto para usarlas en tu pareja como para ser sujetado por el compañero o compañera.
El viejo juego de la policía y el ladrón toma nuevos ribetes cuando se acompaña de la parafernalia adecuada. Este juego de rol alcanza nuevos niveles con un poco de ropa y unas esposas.
Usarlas no es tan fácil como parece a primera impresión. Recuerda no apretarlas demasiado o colocar a tu pareja en una posición que no sea sencilla de mantener sin la ayuda de las manos.
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Consideraciones principales
Al ser parte del mundo BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión), lo primero es contar con el consentimiento de la otra persona.
Como su uso implica inamovilidad o dificultad para moverse, es muy importante tener presente que una de las partes habrá perdido temporalmente su capacidad de oponerse a los deseos del otro.
Asimismo, la persona con las esposas tendrá más difícil hacer patente su incomodidad con lo que se está realizando en ese momento.
Por lo que, recomendamos conversar ampliamente antes de sacar las esposas de policía e iniciar con los juegos eróticos. Nada mejor que debatir con calma sobre lo que va a suceder en la cama.
Existen esposas para todos los gustos. En el mercado actual puedes hallar de todas las formas, tamaños, colores, materiales y otras características.
Las más comunes son las de peluche o diseñadas como imitación de piel. Otras son las clásicas que se ven en todas las películas de detectives.
Sugerimos que no priorices al juguete en sí, lo crucial es que te sientas cómoda y llevas a la realidad esa fantasía que siempre has tenido y no te habías animado a manifestar antes.
Para las primerizas, lo mejor son las que tienen algún tipo de acolchado y dispongan de una apertura de seguridad, así podrás prescindir de las llaves.
El acolchado te dará más comodidad pues la primera vez no va con la fría sensación del metal o de otros materiales menos amigables.
Nunca será suficiente el dar énfasis a la precaución. Siempre piensa “qué pasaría si de pronto le da un infarto y quedo sola con la esposas puestas”.
Una palabra o frase de seguridad hará que disfrutes del rol con toda confianza. Te permitirá saber que en cualquier momento puedes detener el juego si te sientes incómoda o por cualquier otra razón.
Las llaves de las esposas deberán siempre estar a mano. Asegúrate de tenerlas cerca antes de iniciar con el juego. En caso que cuenten con un cierre de hebilla, deberás tener algo con qué cortarlas rápidamente si es necesario.
¿Cómo se usan las esposas de policía para juegos eróticos?
Si quieres participar en juegos fetichistas, nada mejor que un par de esposas de policía para que la excitación alcance nuevos niveles de fantasía.
Domina o sé el dominado. Con unas esposas podrás asumir el rol que más te guste. O dejar que la suerte decida.
La postura de indefensión puede provocarte un orgasmo solo con imaginarlo. Así que llévalo a la práctica sin ningún pudor.
Te aconsejamos que no te limites a sacar el juguete y usarlo. Arma toda una historia, recrea un pequeño teatro. Un poco de lenguaje obsceno puede ayudar mucho.
Agrega toques picantes a tu relación normal. No caigas en la rutina que ha arruinado muchos matrimonios. Tu relación de pareja puede llevar consigo un descubrimiento mutuo.
Priva momentáneamente de movimiento a tu pareja y deja que las nuevas sensaciones suban la temperatura de tu alcoba.
Combinar el juguete con un disfraz sexi y conversar sobre el argumento hará que tu relación se fortalezca. Seamos adultos responsables y traviesos. Te aseguramos que lo disfrutarás muchísimo.
Parejas más intensas
Si quieres añadir nuevas cotas de excitación, nada mejor que sumar algunos juegos de rol a tu repertorio en privado.
Planifica con tiempo. Conversa con tu pareja. Sé muy claro y directo en lo que quieres lograr. Es muy posible que te sorprendas gratamente de la respuesta.
Atrévete a regalar unas esposas de policía o pedirlas como regalo a tu pareja. Estamos seguros que solo tocar el tema te causará un cosquilleo muy especial en esa zona íntima. La humedad no engaña.
Puedes usarlas en las muñecas o en los tobillos. Tanto para él o para ella. Es cuestión de experimentar para que logres nuevas sensaciones.
Si te gusta recrear un personaje, este es el mejor momento. Sé la policía o la ladrona, lo importante es que el juego trascienda algunos límites que una sociedad hipócrita ha impuesto a los de mente conservadora.
Ambienta un espacio, olvida los tabúes. Convierte tu alcoba en un lugar de descubrimiento mutuo, para juegos de adultos.
Arma una situación pícara, sorprende a tu amada, puedes abordarla en la sala o en el dormitorio. Usa las esposas de policía para los juegos eróticos y hazla gozar.
Poses sexuales con las esposas de policía en los juegos eróticos
Puede que pienses que a la hora de la penetración debes quitarte las esposas. Pues estás equivocada.
Te sugerimos algunas poses para que sigas deleitándote sin necesidad de pedir la llave.
Atada a la cabecera
Sin duda alguna, esta es la más clásica de las posturas. Es la que aparece en varias películas. Se requiere de una cabecera de cama con barrotes. Las manos deben quedar sujetas por encima de la cabeza.
Lo más común es que sea el hombre quien quede a merced de la mujer. Así que ella podrá hacer lo que se le antoje con el pene de su pareja y hacerlo disfrutar con la maravillosa visión de sus pechos o su derriere, dependiendo de la posición que elija.
Pose del perrito o doggy style
Todo un clásico y la preferida de muchas damiselas. Algo especial tiene esta pose que resalta tus nalgas que te ha costado tanto moldear en el gimnasio.
Coloca las manos esposadas hacia adelante. En esta variante te será más difícil conservar el equilibrio pues no podrás usar libremente las manos.
Así que te recomendamos tener cerca unos almohadones o cojines para que te puedas acomodar. Que él las coloque sobre tus caderas y de esta manera podrás disfrutar de sus arremetidas con total tranquilidad. Disfrútalo.